26 feb 2016

Primeros pasos para el trabajo con sueños

Hoy voy a escribir una entrada más práctica de lo habitual para hablar del trabajo con sueños. No soy ningún experto pero creo que puedo proporcionar una base para aquellos que quieran empezar a trabajar con el mundo onírico.

En primer lugar, lo principal y más complicado para mucha gente, consiste en recordar los sueños. El proceso es sencillo pero requiere perseverancia, no se alcanzan resultado óptimos en una semana sino que tenemos que verlo como un trabajo a largo plazo. Cada persona tendrá un ritmo diferente. 
 
¿Cómo recordamos nuestros sueños? Es tan sencillo como apuntar nuestros sueños nada más levantarnos. Esto que es tan fácil decir puede resultar muy complicado de adaptar a nuestras vidas. En general nos levantamos con el tiempo justo para ducharnos, desayunar, vestirnos y salir de casa y no pensamos en otra cosa. Es hora de cambiar la rutina y reservar unos minutos de la mañana a apuntar nuestros sueños. Nada de posponer el despertador ni quedarnos remoloneando en la cama, porque de ese modo olvidaremos los sueños a no ser que fueran muy vívidos, y aún así habrá detalles que se irán desvaneciendo. En un gran ejercicio para reforzar nuestra voluntad, nada más despertar debemos incorporarnos y ponernos frente el cuaderno a escribir. Yo particularmente me siento mucho más despierto después de hacer esto y con más energías.

¿Qué pasa si aún así no recordamos nada? Al principio puede que nos cueste acostumbrarnos. Es muy recomendable tener un cuaderno que sea dedicado en exclusiva para apuntar nuestros sueños. Puede ser un cuaderno especial o puede que queramos decorarlo, si lo hacemos teniendo en mente que recordaremos y apuntaremos los sueños en él, puede ser de gran ayuda. Otro ejercicio muy sencillo consiste en meditar antes de dormir con el cuaderno y bolígrafo frente a nosotros (podemos colocarlos en nuestro altar) y cuando estemos en estado meditativo repetir la afirmación "cuando despierte recordaré y apuntaré mis sueños" o algo similar. Luego dejaremos el cuaderno de sueños y el bolígrafo en un lugar que podamos ver nada más despertarnos.

¿Cómo interpretamos los sueños? Una vez empecemos a recordar nuestros sueños, posiblemente nos preguntemos qué significan. Hay varios factores que debemos tener en cuenta. En primer lugar, es posible que la mayoría de nuestros sueños no nos quieran decir nada, simplemente son un producto de nuestra imaginación. En segundo lugar, tan importante o más que lo que sucede en los sueños es cómo nos sentimos al respecto. En tercer lugar, es posible que nos encontremos que ciertos sueños se repiten o que tienen un patrón similar, posiblemente sean sueños especialmente significativos para nosotros que debemos desentrañar.

Ejemplo de la importancia de nuestras emociones en un sueño:
De vez en cuando yo sueño que alguien "malo" me persigue. Algo tan sencillo puede ser interpretado de múltiples maneras. En general, suelen ser sueños agradables porque desarrollo una estrategia o lucho para vencer al enemigo, lo que podría ser interpretado como un mensaje de mi subconsciente que estoy capacitado para vencer los problemas y retos que se me pongan por delante aunque yo no lo crea así. Sin embargo, hay gente que sufre especialmente con este tipo de sueños, que es perseguida y eso le genera angustia. Sería un buen momento para analizar si las obligaciones que tenemos en nuestra vida nos están sobrepasando, si debemos pedir ayuda o tomar decisiones importantes al respecto.

La próxima semana contaré un largo ejemplo de sueños repetitivos y el mensaje que me trasmitían.

Epílogo: cuando recordar los sueños se convierte en un verdadero problema.
Actualmente no recuerdo mis sueños. Si alguna vez tengo uno especialmente vívido o significativo suelo apuntarlo, pero deliberadamente he escogido dejar de recordarlos. ¿Por qué? A medida que iba progresando era capaz de recordar cada vez más sueños y más detalles. Alguno de ellos ocupaba varias páginas en mi cuaderno y llegué a tener dramas de la altura de Titanic. Creativamente pueden ser una fuente fantástica de ideas, sobre todo cuando mi cuaderno empezó a incorporar dibujos de lo que soñaba. Sin embargo, esto llegó a tal extremo que me empecé a "programar" sin quererlo para despertarme después de cada sueño, lo que ocasionaba que no pudiera descansar. Cuando esto sucede, invierto el ejercicio y antes de dormir me digo que tendré un profundo sueño reparador.

19 feb 2016

Horror Vacui

Fotograma de El Cuento de la Princesa Kaguya.
Recuerdo con especial cariño los momentos después de leer cuando era pequeño. Me podía pasar largo tiempo sentado o acostado pensando, reflexionando o simplemente con la mente en blanco, asimilando lo que había leído.

Hoy, las tornas han cambiado. No solo no leo tanto como me gustaría sino que tiendo a rellenar los huecos de reflexión con la fría luz de la pantalla de mi móvil o la de mi ordenador. Mi cuerpo recurre a ella de manera casi inconsciente al soltar un libro. Lo mismo sucede antes de empezar un trabajo, al acabarlo, durante... La tecnología llena de posibilidades nuestro tiempo para impedir que nos aburramos, pero yo descubro que necesito tiempo para asimilar, para aburrirme, para crear.

Hace poco vi una película de esas que cambian la consciencia, que me han hecho escribir de nuevo largo y calmado con lápiz y papel, palabras que ahora transcribo al ordenador.

La película se llama El Cuento de la Princesa Kaguya. La recomiendo encarecidamente. Muy encarecidamente. En serio. Es una joya de la cinematografía, de esas que nos regala Ghibli. Tiene poco más de un año de antigüedad y contrasta tanto con nuestra forma actual de entender el mundo, la vida y el cine comercial que me ha hecho ver las diferencias de una forma diáfana: tenemos horror vacui, un tremendo miedo al vacío y una tendencia a llenarlo todo en todo momento. Nos sucede en nuestros hogares, en nuestras relaciones, en nuestro cine y en nuestra mente. Tenemos horror a estar solos, horror a estar en silencio, horror a pensar y mirar dentro de nosotros.

Visualmente, la película está incompleta. Cada imagen está llena de blancos, con los bordes inacabados y las figuras bocetadas. Nuestra mente puede completar e interpretar los vacíos que faltan, porque sólo se representa lo imprescindible. Sucede todo lo contrario en la animación occidental, donde la vanguardia es sinónimo de un avance tecnológico (y no artístico) que permita representar las texturas, luces y materiales de la forma más realista posible. 

El trasfondo de la película también habla sobre el vacío. Muchas veces tenemos la sensación de que no paran de bombardearnos con la necesidad de llenar nuestras vidas de todo tipo de cosas: una casa mejor, un coche mejor, una fregona mejor, un trabajo mejor, unas vacaciones mejores. Y no es cierto que lo necesitemos. A veces me sorprende darme cuenta de lo poco que uno necesita para ser feliz. En la película se hace un gran hincapié en eso, hay un gran contraste entre lo que sucede cuando haces lo que quieres y lo que sucede cuando haces lo que se supone que deberías hacer para ser feliz.

Por último, me enamora la gran importancia que se da a los ciclos en la película, al paso de las estaciones, al crecimiento, a la madurez. A hacer lo propio a cada momento. Dejo para acabar parte de la canción que va hilando toda la película, que celebra la vida y que, por cierto, podría incluso ser utilizada en un ritual, ¿no?

"Gira, gira, gira
molino, gira 
gira y llama al señor Sol
gira y llama al señor Sol.
Aves, bichos bestias,
pastos, árboles, flores,
traed primavera y verano, otoño e invierno
traed primavera y verano, otoño e invierno"

(recomiendo verla en VOS porque las voces en japonés son estupendas, aunque no escuché la versión doblada al español y por lo tanto no las puedo comparar)

12 feb 2016

Carta a mi yo del pasado.

Hola, yo de mi pasado. 
Se me hace un poco difícil escribirte porque me considero muy tú aún. (este es el momento en que elimino todo lo que tenía escrito, vuelvo a empezar de cero y decido hablar con mi yo pasado de verdad sin autocongratularme por lo chachi piruli que soy),
Yo del pasado, soy tú aún. Sigo atrapado. Te informo de que actualmente llevo 20 años de mi vida dentro del sistema educativo. Han sido 20 años que no te servirán para mucho. Nuestros padres y familiares nos han hecho ver que los estudios eran lo más importante de tu vida y no era así, se estaban equivocando. Quizás no supiste ver las vidas que llevaban los que te lo decían, quizás decidiste hacerles caso o quizás decidiste engañarlos a ellos y a ti. Has pasado gran parte de tu vida encerrado en tu habitación y, aunque te cueste admitirlo, sigues así. Es duro darse cuenta, créeme. Mirar unas horas atrás, unos días atrás, semanas, meses, años y darte cuenta de que estás sentado en la misma postura delante del ordenador, de un libro o de un cuaderno. A veces cambias de pantalla y crees que eres libre o que estás descansando pero no es así, sigues haciendo lo mismo. Nunca has tenido valor para cambiar lo realmenete importante, para rebelarte. Siempre has sido un cordero y, aún así, no crees serlo menos que los que te rodean. 

Hola yo del pasado. Te intento escribir por tercera vez y esto no está siendo nada fácil. Voy a resumir los dos intentos anteriores: vas a tener que trabajar mucho y no tienes ni idea de si eso te va a servir para algo. Tus relaciones sociales se van a desgastar. Te vas a meter más en ti. Te cuestionará

Querido yo del pasado (cuarto intento).
Se me hace muy complicado escribirte porque soy muy tú aún, y todo lo que te digo me lo digo a mi también y me duele, porque no todo son cosas buenas. Escribirte esta carta me está haciendo plantearme mucho mi existencia. Actualmente llevo unos 20 años estudiando. Son 20 años que nos hemos pasado en la misma postura delante del ordenador, de un libro o unos papeles día sí día también. Ya falta poco para acabar, para salir. Siento que toda nuestra se ha desarrollado en un confortable útero que es mi habitación o mi casa, mis obligaciones marcadas y mi hoja de ruta prefijada. En parte hemos sido cómplices. No te voy a echar la culpa de las decisiones que tomes, de no haber sabido decir basta, porque yo aún estoy a tiempo de hacerlo y cargo con esa responsabilidad. Me siento en un dilema porque no sé qué decirte respecto de todos esos años que ahora veo perdidos. Lo que has aprendido no te ha servido para mucho hasta ahora, a parte de las partidas de trivial. Siempre has pensado que cada examen, cada trabajo era lo más importante del mundo y no ha sido así. No pasa nada por no sacar unas notas excelentes. No pasa nada cuando las sacas. Nunca parecía ser suficiente para tus padres pero te olvidabas de ti. Me enorgullezco de que hayas cogido un camino difícil y que cada día aceptes nuevos retos. Tienes algo muy bueno y es una profunda perseverancia. El Tarot te enseñará que tu vida estará hecha a base de bastos y espadas. Pero eso tiene una contrapartida y es cegarte del mundo que te rodea y a veces, de ti mismo y de lo que realmente quieres. Llevas mucho tiempo buscando tu voluntad, tu propósito en la vida. Quizás un día aparezca ante ti. Te puedo decir que hoy veo un atisbo, una chispa, pero ni siquiera sé si es cierto o no.  Tienes creatividad. Hace años escribiste un texto sobre las personas que te rodean, que las veías como macetas con plantas exuberantes algunas, otras como bonsáis preciosos pero llenos de trabajo, otras indómitas y salvajes. Y tú no encontrabas nada en tu maceta. Quizás tuvieras parte de razón en eso. Dentro de tu maceta estás tú. Lo ves todo desde dentro, desde lo hondo. 
Tienes amigos, tienes buenos

HOLA YO (quinto intento)
Mira, voy a ser muy claro. Estoy como tú, soy tú. No tengo respuestas a lo que te depara el futuro, seguimos llenos de incertidumbres, pero tenemos algo bueno: nuestro pacto de vivir al día, de no importarnos lo que digan y piensen los demás. Seguimos buscando nuestra tribu, seguimos buscando nuestro lugar en el mundo y seguimos buscando nuestra verdadera voluntad. Qué cosas. Las cartas del Tarot te tren espadas y bastos, siempre lo han hecho y siempre has podido con todo. Tienes una capacidad asombrosa para aguantar lo que te echen, tienes una gran perseverancia. Es algo bueno, pero también es importante que tengas cuidado y escuches a tu intuición cuando te diga basta o cuando te diga que digas no. 
(pausa para comer un cacho de la tarta de cerveza negra que hiciste ayer. Sorpresa! Me encanta cocinar)
Eres aire y aún por encima un géminis de la leche. Sigo resisitiéndome a creer en el destino prefijado pero admítelo, tienes muy buenas ideas que nunca llevas a cabo. La creación es una lucha constante con uno mismo, una lucha porque es más cómodo estar tirado leyendo o viendo una película cuando no tienes nada obligatorio que hacer. Pero durante la carrera vas a aprender a desarrollar tu potencial. Aún me queda mucho trabajo por hacer al respecto, no te creas, eh? Inténtalo cada día, no te rindas nunca.
Joder que buena está la tarta.
En fin, chico, a veces te exiges demasiado, relájate y disfruta un poco del camino, vale? Yo prometo hacerlo más a menudo. Hay una palabra que me digo mucho y me gusta, te la diré: "haz". No importa el qué, intenta minimizar las horas de procrastinación al mínimo, porfa. 
Creo que te he escrito suficiente por hoy, aunque llevo bastante tiempo pensando en ti. 
Si de verdad fueras a recibir esta carta, pongamos con 13 años, te pediría simplemente que disfrutaras más de la vida y de tus amigos.

Necesito a empaparme bajo la lluvia y susurrarle a mi yo del pasado.

Actividad propuesta por lady Harwe Tuileva desde su blog 13 Lunas.

4 feb 2016

Mary Poppins, la suma sacerdotisa.

Ilustración de Mary Shepard para la primera edición de Mary Poppins.
Mary Poppins se ha convertido en una figura universal gracias a Disney. Sin embargo, como suele pasar con muchas otras películas de esta compañía, difiere bastante de la historia original, cogiendo las anécdotas y olvidándose de la verdadera profundidad que tienen los personajes. Leí el libro tan sólo para practicar inglés, pero me sorprendió enormemente.

En la novela, Mary Poppins adquiere la dimensión de una suma sacerdotisa, inescrutable, inflexible y hierática que, sin embargo, desvela de vez en cuando los misterios, aunque luego no lo admita.

 Muchas de las historias que suceden podrían tener una doble lectura. Cabe recordar que el primer libro de Mary Poppins sale a la venta en 1934. Aún no se había creado la wicca pero sí estaban en activo corrientes que fueron claves para su formación, como la Golden Dawn. ¿Es posible que la autora, P. L. Travers, haya escondido claves esotéricas en su novela? Aquí recojo alguas de las que más me han llamado la atención.

· La ilustración inicial, que acompaña esta entrada y en la cual aparecen los 4 niños de la familia Banks que están al cuidado de Mary Poppins, tiene un parecido muy muy grande con la carta del Mundo del Tarot. No es un gran misterio pero sirve para ir calentando motores.

· El primer capítulo empieza con el Viento del Este (este = comienzos) que trae a Mary Poppins, mientras que el libro acaba en el capítulo 12 con el Viento del Oeste (oeste = finales) con el que se va la niñera.

· En el capítulo 6, Mary Poppins se lleva a los niños a dar una vuelta alrededor del mundo, pero no una vuelta cualquiera. Usa una brújula mágica. Llamando a cada punto cardinal ("¡Norte!") se ven desplazados a éste de inmediato, encontrándose con un animal diferente en cada uno, a saber, oso polar en el norte, oso panda en el este, guacamayo en el sur y delfines en el oeste. Todo va bien mientras es la niñera la que realiza este acto mágico. En cuanto Michael le roba la brújula y llama a los cuatro puntos cardinales por sí mismo, los cuatro animales se abalanzan furiosos sobre él. Algo normal cuando juegas con fuerzas que no conoces. Por cierto, cuando se despiden, el delfín le dice a Mary algo muy curioso: "La próxima vez tenéis que quedaros a merendar, así nos sentaremos todos en una roca y le cantaremos una canción a la luna."

· A lo largo de todo el libro, las distintas historias que se cuentan tienen muy presentes a los astros, sobre todo las estrellas y la luna, convirtiéndose en elementos clave con los que los personajes interactúan. En uno de los capítulos una estrella, Maia, se personifica para comprar regalos al resto de sus hermanas, las Pléyades. Pero quizás el caso más curioso es cuando cuentan la historia de los dos bebés, John y Bárbara, en el capítulo 9. Los bebés hablan entre ellos, con Mary Poppins, con el sol, las estrellas, los árboles, los pájaros, el viento... No se sorprenden de que sus padres no puedan entenderlos porque según ellos no entienden nada, pero les sorprende que Jane y Michael tampoco los entiendan. Mary Poppins les cuenta que es porque se han hecho mayores, que cuando los bebés crezcan también olvidarán ese lenguaje. Por supuesto, Mary Poppins no lo ha olvidado.

·Capítulo 10, Luna llena. El simple hecho de que sea el capítulo 10 me parece que podría ser una manera numerológica de complementar la plenitud de la luna. Es mi capítulo favorito y posiblemente el más mistérico de todos. Visto desde el punto de vista ocultista, Mary Poppins hace un viaje astral con Jane y Michael (ellos lo describen como un sueño muy real a la mañana siguiente). Lo hacen con motivo de que el cumpleaños de Mary Poppins coincide con Luna Llena, por primera vez en mucho tiempo. ¿Y a dónde van? A un zoo donde los animales están libres y las personas en jaulas. ¿Y qué hacen? Pues un círculo mágico a la luz de la luna, por supuesto. Os dejo un fragmento:

El griterío que llegaba desde la plaza permitió a los niños adivinar que se refería a la Gran Cadena. A medida que se iban aproximando se oían los cánticos y los gritos de los animales [...] que formaban un gran corro. Los animales empezaron a moverse, entonando desaforadamente los cánticos de la selva, mientras entraban y salían del corro para hacer cabriolas y se daban unos a otros brazos o alas. [...]
Las aves y todos los demás animales oscilaban apiñados en torno a Mary Poppins, que se mecía suavemente de uno a otro lado. La muchedumbre oscilaba hacia delante y hacia atrás, todos al mismo ritmo, con un movimiento similar al del péndulo de un reloj. Hasta los árboles se inclinaban y se alzaban levemente, mientras que arriba en el cielo, la luna llena parecía mecerse como un barco sobre la superficie del mar.
—Aves y bestias, piedras y estrellas; todos somos uno, todos somos uno —murmuraba la Cobra Real, que también había empezado a mecerse entre los dos niños—. Niño y serpiente, piedra y estrella: todos uno.