10 dic 2015
Siento, luego existo
Caminando, cierro los
ojos. Escucho y oigo el canto de los pájaros, los graznidos de las gaviotas, el
rumor del tráfico, el rumor del agua de una fuente cercana. Oigo tacones, la
gente pasando a mi lado, gente trabajando, obras, alguien que saca las llaves
para entrar en casa. Siento la tierra blanda bajo mis pies, el asfalto duro, la
acera irregular. Unas gotas de lluvia en mi cara, el viento removiéndome el
pelo, el calor del sol a través de las nubes. El día, la noche. Huelo, huele a
hierba recién cortada, a tierra mojada, a contenedores de basura, a perfume, a
café, a comida casera. A lo lejos, huele a mar. Siento todo a mi alrededor,
siento la ciudad, siento la vida. Siento, luego existo.
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