4 jul 2016

Bailando sobre la tumba

Acabo de regresar de un viaje único. 
Hacía tiempo que un libro no me transportaba a tantos lugares maravillosos y a tantas culturas exóticas. Además me ha adentrado en la boca oscura de uno de los tabús más grandes de la contemporaneidad: la muerte. 
El libro en cuestión se llama Bailando sobre la tumba, del antropólogo Nigel Barley. Su fecha de publicación original es de 1995 y sus reflexiones sobre la sociedad actual están en plena vigencia. 
Es uno de las lecturas que más me ha gustado de los últimos tiempos, así que me propuse escribir sobre él y explicar las razones por las que deberías leerlo sin lugar a dudas. Desde luego, su lectura no dejará a nadie indiferente.

  • Tenemos una relación enfermiza con la muerte en nuestra sociedad actual. Posiblemente hablaré más sobre ello en futuras entradas. No hablamos de la muerte y por lo tanto, no sabemos cómo comportarnos, cómo reaccionar y cómo transitar por los procesos de duelo. Este libro ofrece una amplia perspectiva contraponiendo las visiones de la muerte en el mundo occidental con otras culturas.
  • Muestra la relación de pueblos paganos con la sociedad contemporánea. Cómo éstas cambian o mantienen sus ritos en relación al mundo que les rodea y las nuevas posibilidades que les ofrece. También, muestra como muchas de ellas se pierden. Cito:
 "Un kenduri musulmán -conjunto de oraciones para facilitar la travesía el alma de un muerto- en un bloque de pisos de Singapur. [...] Termina el fútbol y empieza una vieja película [...] con un kenduri de aldea; los hombres llevan estrafalarios tocados y están armados con dagas, y se escucha música tradicional.
-Mirad -digo para provocar-, malayos de verdad.
Ellos lo meditan.
-No -dice uno al fin- malayos de antes. Por favor, cambiemos de canal. Echan un partido de baloncesto."
  • Muestra de forma muy interesante la relación de la muerte con los ciclos naturales, con los ciclos estacionales, con los ritmos agrícolas y su ruptura en la sociedad contemporánea. 
"En la cultura occidental semejante noción de tiempo procede menos de la alternancia de las estaciones que de la regularidad de la programación televisiva. Ésa es la auténtica razón de que todo el mundo recuerde dónde estaba el día que mataron a Kennedy. Interrumpieron los programas de televisión." 
  • No da muchas y largas explicaciones sobre lo que expone, pero una lectura atenta por parte de un (neo)pagano revelará hechos muy significativos: la relación de la masculinidad y la feminidad con la vida y la muerte, la fertilidad, las ofrendas, el rito o trance por el que un muerto pasa a ser un ancestro, o se reintegra en el ciclo de la vida, distintas visiones del alma, ecologismo...Sus reflexiones sobre estos aspectos son muy enriquecedoras. Acerca de las ofrendas y donativos:
"Aquí no existe necesariamente receptor alguno. El propio hecho de que la recepción sea dudosa realza el presente. Lo que place es el simple hecho de dar."
  • Aunque no entre en detalles, es un libro muy interesante para leer en caso de que quieras elaborar un rito de paso fúnebre, o réquiem, como se le conoce habitualmente en el mundo de la wicca. He leído otros libros sobre la muerte específicamente wiccanos y, si bien estos ofrecen ritos precocinados y muchos textos de consuelo, he sentido que le falta detrás todas las reflexiones que contiene este libro sobre el mundo real en el que vivimos.
  • Es un libro lleno de anécdotas. Su lectura se hace muy amena, pues en capa capítulo mezcla experiencias del autor en primera persona sobre la muerte en sus viajes con reflexiones filosóficas y hechos o datos históricos.
  • No es para nada un libro macabro. Bueno, al final cuando habla de canibalismo un poco sí.
  • Por último, el título del libro lo dice todo: está lleno de un humor muy bien hilado. Para muestra, un botón: 
"Otra estratagema para vencer al tiempo es la alternancia entre lo individual y lo colectivo. En el ritual dowayo, los cráneos se guardan indiscriminadamente en grandes vasijas para indicar la transición entre el individuo fallecido y el antepasado colectivo. En adelante, los muertos pierden su identidad individual y sus nombres no volverán a mencionarse. Han vuelto a la fuente y ahora pueden reencarnarse. Éste es también el momento en que los vivos reafirman su propia individualidad. Las viudas cantan: "Hasta aquí vivimos todos juntos. Ahora yo me tiraré pedos en mi choza y tú en la tuya". Las flores no son el único idioma para hablar de estas cosas."

No hay comentarios:

Publicar un comentario